Miopía

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Érase una vez, un maravilloso lugar con algún que otro defecto. Un sitio increíblemente bello e imperfecto, bonito pero desordenado, con un jardín eterno, con encanto, pero malcuidado, y una gente torpe, pero de lo más atractiva. Un lugar en el que las fiestas siempre continúan, aunque a veces pecan de aburridas. Bebida en exceso, así como gente excesivamente bebida, y canapés ricos, pero demasiado secos. Un lugar en el que uno está bien, hombre... se iría, pero también podría quedarse. Un lugar en el que se ve bien de cerca, pero no de lejos. Un lugar con gafas, y con bufanda de rayas.

4 comentarios:

coco dijo...

Un lugar donde todo se vé borroso, pero cuesta de abandonar: mi vida. Y adoro las bufandas: quiero ser Isadora Duncan!

Eduardo Abela dijo...

un jardín bien cuidado puede tener algún tipo de encanto? yo creo que siempre necesita algún rincón descuidado para valer la pena. algo así era una de las esquinas de un jardín que conocí hace años, con unas matas de menta que eran más mala hierba que plantas cuidadas, y que a mí me encantaba estrujar entre mis manos; diría que es de ahí de donde procede mi pasión enfermiza por los mojitos.

para fiestas perpetuas y aburridas, por supuesto, el cielo.

fer dijo...

pues yo en las distancias cortas es donde siempre me la pego

Señorita Puri dijo...

O estás hablando de Harry Potter, o de Wally o me he perdido.

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