Una historia verdadera

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Mi perra, cuando estamos en casa, suele estar tumbada en el balcón. Y como el telefonillo no funciona, es la que avisa cuando llega mi hermano, ya que se levanta y se va corriendo a la puerta moviendo el rabo, en cuanto escucha el sonido de su moto.

El caso es que mi perra, con el tiempo, ha llegado a entender de motos. Antes se levantaba y se iba hacia la puerta cuando pasaba cualquiera, y ahora sabe distinguir entre una vespa normal , y una primavera.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La mia (pongamos que se llama Luna y es una Westy) al sonido de las tijeras de la cocina distingue entre el corte del jamón york y el chóped. Naturalmente por el segundo embutido ni pestañea. (Y sí, tiene pestañas)

Luis Montero dijo...

yo he llegado a creer que como la vespa es tuya, se asoma a ver si la trato bien. vamos, que yo soy un accidente que viene encima de tu moto. nada más.

juanba dijo...

Yo reconozco los pasos de la gente que entra en la oficina (hay un pasillo de entrada y la persona no se ve hasta que sale de él) En fin que reconozco ya varios tipos de pisadas al acercarse, la cadencia de los pasos, el impacto del pie y el sonido de cada suela en piso; lo más importante es reconocer la del jefe, así uno empieza hacerse el que trabaja antes que aparezca... =)

No me extrañaría entonces que un perro reconociera 10.000 sonidos más que puedan identificar a alguien ¿no?

Salutes

Percival H. Fawcett dijo...

Si esta es una historia verdadera , las demás .. son auténticas

Keep on !

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